sábado, 21 de marzo de 2009

Escapes

Salgo corriendo de mi casa después de una fea discusión, por mi mente pasan miles de cosas. Tengo pocos pesos en la billetera, mi tarjeta de débito que mucho no tiene, mis documentos y ningún abrigo. No tengo amigos a quien recurrir, no tengo un refugio, simplemente salgo y camino, camino, tomo un bondi a no sé donde, bajo y me meto en una estación de servicio.
Estaba en ayunas, eran casi las doce, pido un café y una medialuna, y me siento al lado del vidrio, mirando gente y autos ir y venir.
Millones de imágenes e ideas pasan por mi mente, desde el suicidio hasta la prostitución y el pedido de perdón de no sé muy bien qué.
El vidrio estaba sucio, y alguna que otra mosca me hacía compañía mientras tomaba el café frío y la medialuna vieja.
Hacía mucho que no salía corriendo después de alguna pelea con alguien. Huele a espíritu adolescente. Quería que alguna idea de solución surgiera de mi cabeza, era inútil, estaba muy angustiada, sentía ganas de llorar pero me tragaba las lágrimas, estaba en público, aunque la minita de la caja con su remera naranja, parecía no registrarme.
Los cambios de vida son necesarios, las soluciones vienen; pero no se puede decidir sobre lágrimas tragadas en una mesa sucia, sólo imaginando lo que la otra persona puede estar pensando.
Las cosas se arreglan de a poco, dejando pasar el tiempo, a veces mucho, pero no con salidas intempestivas, aunque estas sean a veces necesarias para tomar aire, como quien sale de abajo del agua.

1 comentario:

alma dijo...

ojo danny!! nada de suicidios... eso no es para gente como uno.
se puede estar enojado o triste..pero la vida es para disfrutar mientras estemos aca, para adelante, siempre adelante!