domingo, 16 de noviembre de 2008

Cerrado al vacío

Vacío que no me deja respirar, no veo ni oigo, estoy encerrada al vacío, viendo como las cosas pasan alrededor mío y no puedo agarrarlas, no puedo tocarlas ni olerlas.
Qué era lo que quería cuando quería, cuando tenía sensaciones de amor, locura y el aire entraba en mis pulmones y yo podía sentirlo, exhalarlo y sentirme bien, de vez en cuando.
Ahora todo pasa sin sentido, sin amor sin perfume, aunque con dolor, el dolor es un denominador común que nunca me ha dejado, fiel compañero en quien me apoyo cuando los que parecían estar, desaparecen, como esperaba.
Veo, aún sin ver. No puedo cambiar mi realidad, que me carcome las entrañas, que no crecen día a día pero que tampoco me provocan las muerte.
Espero, sin esperar, viendo la vida pasar, tratando de tocarla pero nunca me deja. El sol sigue saliedo, alumbrando y calentando, pero no me produce el mismo placer que antes.

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