martes, 11 de noviembre de 2008

Mis manos

Están manchadas con muerte. No maté a nadie, no.
Simplemente tantos murieron en ellas que estoy contaminada, sucia de muerte; ya ni siquiera tengo tiempo de ponerme triste, no me da tiempo la muy turra. Me pisa los talones, me respira en la nuca, me susurra como diciendo,
" mirá que estoy acá, no te voy a dejar de joder nunca ".
Es como si me revolviera la cara en la mierda, no puedo dejar de olerla, ni siquiera cuando me alejo.
Yo también la busco, la desafío, le piso los talones...
Los demás no lo ven en mí, lo sospechan y por eso se alejan, me miran raro, no me hablan, me ignoran.
Me duele todo esto, y me duele más no poder terminar de una vez con todo esto, es decir terminar haciendo el amor con ella, pero no me animo.
Temo lo que vendrá, temo el dolor
Mucho

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