jueves, 8 de enero de 2009

África mía

Pienso en Karen Blixen, o Isaac Dinensen, como quieran llamarla, pienso en su vida su historia.
Es admirable, una mujer ejemplar, se dedicó a hacer lo que quiso, cuando quiso, como quiso, o casi todo, si bien tuvo los problemas que traían en su época ser una mujer como lo era, ella siguió.
Viajó, escribió, amó, amó una tierra que no era la suya, y amó a un hombre que no era su marido.
Cometió errores, esos de los que nos prueban que somos humanos y nos hacen más queribles y aún más admirables.
Quisiera ser ella, como ella, o al menos una burda imitación.
Pero tengo que resignarme a ser quien soy, resignarme a seguir admirando a seres que siempre han ido más allá, que no tuvieron miedo, que siguieron sus sueños, cualesquiera que éstos fuesen y dondefuera que los llevasen.
Si sólo tuviera el coraje

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